21 de noviembre de 2024

Adiós a la Web Foundation: Tim Berners-Lee cierra el ciclo

Después de 15 años luchando por un internet más accesible y seguro, la World Wide Web Foundation cierra sus puertas. Sir Tim Berners-Lee, cofundador y creador de la web, anunció que la misión original de la fundación ha sido en gran parte cumplida, con un 70% del mundo ya conectado.

Ahora, Berners-Lee se concentrará en el Solid Protocol, su visión de un internet descentralizado donde los individuos retomen el control de sus datos, alejándose de los modelos actuales que lucran con información personal.

Cuando se fundó la Web Foundation en 2009, solo el 20% de la población mundial tenía acceso a internet, y la lucha por la accesibilidad era una prioridad. Durante los siguientes 15 años, la organización promovió un acceso más asequible y apoyó iniciativas para reducir las barreras tecnológicas. El progreso es innegable, y ahora otras ONGs continúan esa batalla. Sin embargo, los problemas de control y privacidad han emergido como las nuevas amenazas.

La privatización de los datos personales

Berners-Lee siempre imaginó la web como una plataforma descentralizada. Sin embargo, la concentración de poder en grandes plataformas ha distorsionado ese sueño. Las empresas ahora recopilan y comercializan datos personales, creando lo que Sir Tim llama un «mercado de datos personales» donde los usuarios son productos y sus comportamientos se explotan con fines lucrativos. Esta realidad contradice los ideales que dieron vida a internet.

El auge de las redes sociales y el modelo de negocios basado en datos ha agravado el problema. Plataformas como Facebook y Google operan bajo la lógica de mantener a los usuarios enganchados para optimizar ganancias a través de anuncios dirigidos. Además, este año electoral en varias partes del mundo pone en evidencia cómo este modelo puede alterar la información que reciben los usuarios, socavando la democracia.

Berners-Lee ha identificado dos problemas fundamentales que persisten en la web actual. Primero, la concentración de poder en manos de pocas plataformas que controlan vastas cantidades de información. Y segundo, la explotación de datos personales, lo que ha llevado a una segmentación de la red donde los usuarios son incentivados a quedarse dentro de un solo ecosistema para maximizar las ganancias.

El nuevo capítulo: Solid Protocol

En lugar de continuar con la fundación, Berners-Lee se enfocará en el Solid Protocol, un esfuerzo por devolver el control de los datos a los usuarios. Solid es una especificación que permite a las personas almacenar sus datos en lo que se denomina Pods (almacenes personales de datos en línea). Estos Pods pueden ser controlados por los usuarios y gestionados bajo un modelo de permisos que define quién puede acceder a qué información. Así, se busca revertir el modelo actual y dar a las personas un mayor control sobre su privacidad.

La idea es que los datos no pertenezcan a las grandes corporaciones, sino a los propios usuarios. Las aplicaciones y servicios podrán acceder a esos datos solo si el usuario lo permite, bajo condiciones específicas. Este enfoque promete restaurar la autonomía digital que muchos sienten haber perdido.

El trabajo en Solid comenzó en 2015, con el apoyo de instituciones como el MIT, y ha ido ganando terreno como una posible solución para combatir la creciente vigilancia y control sobre los datos personales.

¿Qué sigue para la web?

Con la clausura de la fundación, Berners-Lee envía un mensaje claro: la batalla por el acceso ha sido un éxito parcial, pero el control de los datos es la nueva frontera. Mientras las empresas tecnológicas se enfrentan a un escrutinio cada vez mayor por el manejo de datos personales, su propuesta de un internet más descentralizado ofrece una alternativa esperanzadora.

El desafío será lograr que los usuarios adopten este nuevo enfoque y se deshagan de la comodidad y las interfaces simplificadas de las plataformas tradicionales. Berners-Lee es optimista, pero es consciente de que el cambio no será inmediato. Sin embargo, con el apoyo de iniciativas como Solid y una creciente conciencia pública sobre los peligros de la economía de datos, podría estar sembrando las semillas de un futuro digital más equitativo.

El cierre de la Web Foundation marca el fin de una era, pero también el inicio de una nueva lucha: recuperar el control sobre nuestros datos y, con ello, sobre nuestras vidas digitales. ¿Estamos listos para un nuevo internet? Solo el tiempo lo dirá.


Fuente: The Register

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